Noches tropicales: las enemigas del descanso cuando el calor se dispara
- La temperatura adecuada para dormir bien debería rondar los 20 grados
- Las noches tropicales, cada vez más habituales, tienen efectos sobre la salud pública
Uno de los fenómenos que se están haciendo más habituales en verano son las noches tropicales, esas madrugadas en las que la temperatura no baja de los 20 °C en ningún momento. Lo que hace unas décadas era una rareza en muchas zonas de España, hoy se ha convertido en algo cada vez más frecuente.
Pero, ¿por qué se habla tanto de ellas? Además de por ser una señal del cambio climático en nuestro país, por salud. La temperatura ideal en una habitación debería situarse entre 18 y 22 °C para un descanso adecuado. Aunque en una noche tropical la temperatura no baja de los 20 °C, hay que tener en cuenta que ese valor suele alcanzarse en las últimas horas de la madrugada o a primera hora de la mañana. Es decir, en el momento de irse a dormir la temperatura es mucho más alta, pudiendo rondar valores de 28–30 °C, tras alcanzar máximas muy elevadas a media tarde en verano y bajando la temperatura más lentamente a lo largo de la noche en las ciudades por el efecto isla de calor.
El calor persistente durante las noches en episodios de altas temperaturas impide que el cuerpo se recupere del estrés térmico sufrido durante día y dificulta la conciliación del sueño. El problema se agrava cuando se encadenan varias noches seguidas sin alivio térmico, que conlleva un aumento en el riesgo sobre la salud, especialmente en personas mayores, niños y pacientes con enfermedades respiratorias o cardiovasculares.
Noches tropicales en Madrid: de fenómeno puntual a norma estival
Madrid es un claro ejemplo de cómo el cambio climático está haciendo habituales las noches tropicales en lugares donde antes eran excepcionales. A principios de los años 80, la capital apenas registraba menos de 20 noches tropicales al año. En la última década, esa cifra se ha triplicado, alcanzando casi 60 noches en años recientes, el equivalente a casi dos meses.
Hay registros en los últimos veranos, en los que incluso se encadenan varias semanas seguidas sin que las temperaturas bajen de ese umbral crítico de 20 grados en ningún momento.
Segovia: noches tropicales a más de 1000 metros
A más de 1.000 metros de altitud, Segovia ha sido tradicionalmente una ciudad con marcadas diferencias térmicas entre el día y la noche, con un notable alivio térmico en las noches de verano. No obstante, los datos indican que se está perdiendo. Como ejemplo, el cálido verano de 2022, cuando se registraron más de 25 noches tropicales en esta ciudad, una cifra inédita.
Costa mediterránea: noches aún más cálidas y húmedas
En la costa mediterránea, las noches tropicales son un fenómeno relativamente común. Debido a que el mar tiene una gran inercia térmica, es decir, su temperatura superficial sufre pocas y lentas variaciones, en las ciudades costeras suele bajar menos la temperatura nocturna que en zonas del interior.
Sin embargo, debido al calentamiento de la superficie del mar, ha aumentado la frecuencia y la intensidad de las noches cálidas, así como el porcentaje de humedad disponible, lo que incrementa el bochorno y dificulta aún más la pérdida de calor corporal durante el descanso nocturno.
Lo que antes era raro, hoy es lo habitual
El aumento de las noches tropicales es una manifestación del cambio climático que no solo afecta a nuestro confort, sino que tiene efectos directos sobre la salud pública.
Además, es precisamente donde un mayor número de personas vive, en las ciudades o zonas urbanas, donde el asfalto y la falta de vegetación agravan el aumento del fenómeno en las últimas décadas.
En definitiva, dormir bien se está convirtiendo en un lujo estacional, ya que en muchas ciudades españolas es ya más fácil tener noche tropical que ver los termómetros bajando de los 20 °C durante los meses de verano.