Alergia al polen, la epidemia no infecciosa más importante del siglo XXI
- Se prevé un aumento de casos de alergia de hasta un 50% en las próximas décadas, según la OMS
- El cambio climático, el calentamiento global y el aumento de la contaminación son algunas de las causas
Más de 400 millones de personas en el mundo padece rinitis alérgica, una de cada cuatro en España. El tener poco contacto con microbios o animales, el ambiente limpio e higiénico en el que vivimos, el uso de antibióticos, e incluso ciertas vacunas que funcionan muy bien para no tener infecciones, están asociadas a un aumento de las alergias. ¿Indica esto que un ambiente más natural evitaría estas alergias?
Los periodistas del programa 'Escarabajo Verde' de La 2 se preguntan si realmente hace años había menos alergias o es que sencillamente se identificaban y diagnosticaban menos. Según los expertos, es cierto que antes había menos y los casos que se detectaban eran considerados como “extraordinarios”. Lo vemos en el capítulo 'El poder de lo diminuto'.
Paciente realizando prueba de alérgia
Averiguando el porqué
Pero ¿Por qué pasa esto? ¿Por qué este aumento? Un siglo es muy poco tiempo para que las alergias crezcan “naturalmente” como lo han hecho. No es lógico que una predisposición genética se manifieste en un lapso de tiempo tan corto. Por tanto, parece claro que las modificaciones que los seres humanos han causado en el medio ambiente están detrás.
Una de las cuestiones importantes que se está planteando es si la escasez de lluvias genera unos pólenes cada vez más agresivos, o si el aumento de las partículas de diésel en el ambiente hacen que la alergia sea más violenta. El problema se presenta porque la contaminación, el CO2 atmosférico, es un magnífico fertilizante para el polen e incrementa la producción de este.
A estos niveles de contaminación hay que sumarle el impacto del cambio climático que conlleva una meteorología más extrema. El calentamiento global ha ampliado el periodo de polinización con estaciones más largas, inviernos más secos y cálidos… Cambios que obligan a los científicos y médicos a tratar de interpretar constantemente qué está pasando con las plantas, el polen, y en definitiva la alergia. Por tanto, es constante que se planteen nuevas hipótesis en este sentido.
Raquel Caparrós mirando partículas de polen por un microoscopio
¿Cómo surge la alergia?
En muchos casos, las alergias comienzan a través del contacto con la piel. Por ello, es fundamental cuidarla adecuadamente y mantener una buena hidratación cutánea. Por otro lado, la microbiota ha cambiado notablemente debido a la alimentación actual, el uso excesivo de antibióticos, los nuevos aditivos y la constante exposición a sustancias químicas.
Además, se ha comprobado que las barreras que nos protegen del medio exterior, como el epitelio bronquial, están alteradas o pueden verse fácilmente afectadas por diversos agentes, como los microplásticos, los contaminantes o el tabaco.
Todo esto ha contribuido a sobrepasar los mecanismos inmunorreguladores naturales del organismo y como resultado, nos enfrentamos a lo que ya puede considerarse una pandemia de enfermedades alérgicas.
La proteína, la causante de la alergia
Muchas veces nos preguntamos si esa especie de pelusilla que vemos volando en primavera es la causante de nuestra alergia… La repuesta es que no. El grano de polen tiene varias capas, la cubierta es lo que los palinólogos aprenden a reconocer, pero dentro de esta cobertura se encuentran otras sustancias, mayoritariamente proteínas. Los granos de polen, por pequeños que sean, no entran dentro de nuestra nariz y van hacia los pulmones, lo que entran son las sustancias que estaban dentro de él y que son los causantes de nuestro malestar.
Según la época del año existen unas plantas más problemáticas que otras, pero hay algunas incuestionables como el plátano de sombra, el olivo, o la familia de las gramíneas… Todos ellos presentes en las ciudades.
Entonces se plantea la pregunta de por qué en las consideraciones relativas a la ordenación del territorio no se plantean espacios verdes hipoalergénicos, seleccionando según la localización y el clima, que especies de árboles son más adecuadas. Aunque, por otro lado, tampoco se recomienda la eliminación de árboles alergénicos para poder preservar la biodiversidad y el buen funcionamiento del ecosistema…
Alergología como especialidad médica
Desde la sociedad española de alergia están impulsando que la alergología sea especialidad y materia de conocimiento para las universidades. Tratan de que se imparta en la mayor parte o en todas las facultades de Medicina de España. Y que, además, sean clases dirigidas por alergólogos.
La Dra. Victoria Cardona, Jefa de Alergología Hospital Universitario Vall d’Hebron
Las enfermedades alérgicas afectan a un tercio de la población y se piensa que para 2050 casi pueden llegar al 50%. Por tanto, ante esta alarmante cifra para la comunidad médica es fundamental que los futuros médicos se formen y conozcan todos los aspectos de las enfermedades alérgicas.